POR: Aurelio Almonte Rodriguez -
En la convención de este domingo 26 de abril, todos llegamos convencidos de que a la inmensa mayoría de la población le había "cogido" con Luis, como esperamos que "le coja" para el 15 de mayo de 2016, cuando verdaderamente tiene que "cogerle".
No hubo liderazgos locales ganadores y, por tanto, tampoco los hubo perdedores.
Simplemente, ganó Luis Abinader. Él es el verdadero héroe.
Diferente hubiese sido la historia si la convención se da con resultados más parejos o con competencias territoriales notables, pero Luis "arrasó" a nivel nacional, según los datos preliminares que manejo.
Por tanto, a muchos "líderes" locales (de todas las regiones, provincias, municipios, distritos municipales, zonas y barrios) que lo apoyaron, que mientras tanto no se "unten" creyendo que fueron ellos los que ganaron, porque ganó Luis Abinader, como ganó el PRM si este lunes amanecemos con él e Hipólito abrazados, prometiéndose apoyo mutuo.
De lo que sí deben untarse todos, desde Luis e Hipólito hasta cada dirigente y militante, es de procurar la unidad, para lograr lo que dije al comenzar: una señal clara al pueblo de que estamos en condiciones de dirigir al país con un hombre capacitado y de experiencia administrativa probada y con un partido como plataforma de apoyo, no de "clavito en el zapato" como las experiencias pasadas en el PRD.
Si se hace así, las posibilidades son amplísimas. Si por el contrario, la arrogancia se apodera de los que se creen que ganaron y creen que los que perdimos, por haber perdido, no tenemos importancia, entonces estaríamos reeditando la misma "pendejada" perredeísta.
La suerte está echada. Esperemos. Si la señal es buena, me sumo; si es más de lo mismo, aprovecharía la oportunidad de oro para por fin desintoxicarme de la política que se practica en este maravilloso país.
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